Durante el año 2018, el 25% de los nacidos en el País Vasco lo fue de madres extranjeras (nacidas fuera de España). En Álava la proporción fue aún mayor, el 32%. Y ya que estamos en ello, la fecundidad vasca ha venido siendo menor que la del conjunto de España desde 1976 hasta 2010, superando la española a partir de esa fecha gracias, claro está, a los nacimientos de hijos de madre extranjera. Vamos, que el mestizaje crece allí a gran velocidad.
Esta baja fecundidad, muy lejos de la tasa de reposición (2,05 hijos por mujer), ha traído consigo un gran envejecimiento y éste ha producido un muy notable déficit en el sistema de pensiones. Déficit que pagamos el resto de los españoles (excepto los navarros, que también tienen ese chollazo), lo cual es de un “morro” que no se puede tolerar. Además, esta situación injusta explica en buena medida los triunfos electorales del nacionalismo, que se atribuye en exclusiva el “éxito” de semejante atropello contra el resto de los españoles.
El mestizaje viene produciéndose en el País Vasco desde la revolución industrial, que sacó a Euskadi del atraso rural y atrajo hacía allí a mucho españoles nacidos y criados fuera de aquellos lares. Por eso el apellido más frecuente en las tres provincias vascas es García, seguido de Fernández, González, Martínez, Gutiérrez… y así hasta encontrar Aguirre en Álava, donde ocupa el puesto 22. En Guipúzcoa es Larrañaga y está en el puesto 12. En Vizcaya el primer apellido vasco es Bilbao, que ocupa el puesto 13, y no vuelve a aparecer otro apellido euskérico hasta el puesto 24 (Uriarte).
En otras palabras, la distribución de apellidos españoles genéricos se parece bastante a la que se da en el conjunto de España: en un 80% en Álava, un 90% en Vizcaya y un 61% en Guipúzcoa. Y sin embargo, los nacionalistas sostienen que los vascos no son ni mejores ni peores que los españoles, pero sí son “distintos”. Distintos porque los nacionalistas se creen los más guapos, los más altos, los más listos y no vuelan como las águilas porque Madrid no les deja.
Pero esos apellidos genéricos son muy minoritarios en los grandes puestos de poder político desde hace 40 años. Así, entre los diputados generales de Vizcaya, desde 1979 no ha habido uno solo con apellidos españoles genéricos. Y de los apellidos de los diputados generales de Guipúzcoa en las cuatro últimas décadas, sólo un 5% ha sido español genérico, porcentaje que sube al 40% en Álava.
Dicho de otro modo: el sistema de representación vasco discrimina -¡y de qué modo!- a los ciudadanos que no tienen apellido euskaldún. Y luego dirán que el PNV y otros nacionalistas no son supremacistas… Lo son. Lo son a la hora de la representación política y lo son en la selección del funcionariado, contando como mérito especial hablar una lengua minoritaria allí: el euskera. Por no mentar a la parrilla de ETB, en la cual no aparece ni un apellido español.
Tengo para mí que la inmensa mayoría de los independentistas lo son allí de boquilla, pues ¿quién les iba a pagar las pensiones?, ¿quién les iba a regalar ese chollo que es el cupo? Lo que sí tiene el PNV es una inmensa clientela de “aprovechateguis”.