FUNCIONARIOS

funcionario bizantino

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un país moderno dispone siempre de una Función Pública eficiente y en el nuestro se hicieron esfuerzos en pos de esa excelencia. Para ello, a los funcionarios públicos se les exigía una buena preparación a través del sistema de oposiciones (tan denostado como imprescindible). Pero la lucha contra el principio de “mérito y capacidad” no se detiene y ahí tenemos ya a los titulares y catedráticos de las Universidades españolas que, a partir de la última ley, no tendrán que hacer oposiciones para acceder a serlo. Por esa vía y otras se colará cada vez más gente incompetente en la Función Pública.
Por otra parte, el Gobierno, saltándose la ley, ha convertido la excepción (la de nombrar directores generales que no son funcionarios) en regla casi general. Pero hay más, y es amenazador. Veamos:
Me refiero al mensaje permanente –siempre contra el mérito y la capacidad- que vienen emitiendo los partidos, en general, y el PSOE, en particular. El mensaje es simple como un cubo: el único mérito computable a la hora de la promoción política es la cercanía y la fidelidad al jefe.
Claro que en el PSOE ese nepotismo se disfraza de novedad (en el actual PSOE todo es “nuevo”), y se toma como “mérito” el ser joven y el ser mujer… y ese mensaje tan querido por ZP está calando en la Función Pública, amenazando con marginar a lo mejor de sus efectivos sólo por ser veteranos, lo cual se empieza a considerar un desdoro.
Ser joven es una suerte (aunque, desgraciadamente, pasajera) y ser mujer es un azar biológico… y no hay forma de ver mérito alguno en estas dos condiciones vitales… mas cuando uno camina hacia los cincuenta –como es el caso de ZP- rodearse de jóvenes es una forma como otra cualquiera de eliminar posibles aspirantes inmediatos al cargo que uno ocupa.
 

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