Le pregunto por email a mi amiga la ex – diputada Livia Castillo si ella cree que el PSOE tiene arreglo. He aquí la respuesta:
»Querido Joaquín:
Claro que creo que este partido tiene arreglo.
¿Cómo no va a tener arreglo el partido que ha traído la modernidad a España, que ha hecho que avance en derechos e igualdades ciudadanas? Solo es necesario que vuelva a la socialdemocracia y abra todas las puertas y ventanas que ahora tiene cerradas a cal y canto.
“No es no” no ha aportado ni un solo voto al PSOE. A la vista están los resultados en el País Vasco y Galicia, donde la mayoría de los ciudadanos han votado a los partidos que aportan seguridad, experiencia, gestión… No están votando a los partidos que desean asaltar el cielo.
Para mí, la pregunta sería ¿el PSOE quiere volver a gobernar?
Si quiere volver a gobernar no se puede aliar con aventureros, populistas ni independentistas. Tiene que volver a ganar la centralidad y abrir sus puertas y ventanas.
Ahora bien ¿quiere el PSOE abrir sus puertas y ventanas? En tal caso ha de cambiar radicalmente el sistema de organización y selección.
Lo primero es separar los cargos orgánicos de los cargos institucionales. Lo hemos hablado muchas veces. Los secretarios generales de las agrupaciones, y sus afines, cierran las puertas de entrada para impedir que se tambaleen sus precarias mayorías, que es lo que les da, al margen de sus méritos y capacidades, la oportunidad de ocupar un cargo institucional.
La tarea de un secretario general de agrupación tendría que ser la de conocer de primera mano las necesidades y deseos de los ciudadanos de su entorno, invitar a la participación, generar debates sobre lo alcanzable con los medios con los que se cuenta, sin recurrir a fábulas de asaltar el Parnaso. Transmitir ilusión sobre la enorme capacidad de la política para mejorar o transformar la vida y el bienestar social, aportar soluciones para hacer frente de forma colectiva a las dificultades que se presentan o se vislumbran, etc.
Sin embargo, los secretarios generales de agrupaciones se han quedado en cuentavotos y mientras los cuentavotos sean cargos institucionales no se generarán debates, ni ilusión ni conocimiento del entorno inmediato ¡para qué! E, incluso, hasta pueden tener la ocurrencia de pactar con el diablo para gobernar.
¿Tiene arreglo el PSOE? Pues sí, pero no.
Yo estoy preparando las maletas, me agota tanto sinsentido.
Un beso.
Livia