Guillermo de la Dehesa nos lo ha recordado ahora, pero el ataque se hizo en el mes de marzo, cuando el Bundesbank (bajo la dirección de Jens Weidmann) publicó un estudio según el cual el patrimonio neto por hogar en la UE arrojaba resultados como los siguientes: 183.000 euros en España, 173.000 en Italia, 158.000 en Francia, 102.000 en Grecia, 75.000 en Portugal… y 51.000 en Alemania.
El objetivo de semejante “estadística” no era otro que mostrar a los alemanes que mientras ellos pagaban a los “vagos” del Sur, éstos eran mucho más ricos que los “pobres” alemanes.
Haciendo buena aquella sentencia según la cual “existen mentiras, mentiras podridas… y estadísticas”, Jens Weidmann y sus palmeros se dedicaban a hacer trampas pro domo sua, pasándose por el arco de triunfo a Eurostat. El efecto ideológico y electoralista (populista y nacionalista) quedó conseguido, aunque los datos carecían de la menor solvencia y cualquier estudiante de Estadística hubiera detectado el engaño. Veamos:
En primer lugar, se usaba la mediana y no la media (la diferencia entre la mediana y la media es mucho mayor en Alemania que en el Sur); luego estaba el tamaño del hogar, mucho mayor en el Sur que en Alemania. También el patrimonio inmobiliario introducía otra distorsión –valorado, además, a precios de 2008, antes de su caída en picado- pues en Alemania sólo el 44,2% de los hogares eran propietarios de su casa (26,2% con hipoteca), mientras que en España el 82,7% de los hogares eran propietarios (55,9%) con hipoteca. Por otro lado, el patrimonio financiero exterior de los hogares (que no se contabilizaba) es mucho mayor en Alemania que en España.
Estudios más serenos y objetivos muestran que si tomamos como 100 el stock neto de capital por habitante en España, en Alemania llega a 150 (un 50% mayor que el español).
Las de Jens Weidmann y su Bundesbank serán operaciones útiles para la demagogia electoral, pero también demuestran que el de estos señores brilla por su ausencia.
