Tanto en 2015 como en 2016 hubo más muertes de personas nacidas en España que nacimientos de madres nacidas en España. En 2015 hubo 404.953 fallecidos frente a 323.869 nacidos y en 2016 hubo 391.667 fallecidos frente a 312.898 nacimientos.
Durante el año 1939, año de guerra civil, de fusilamientos, de hambre y enfermedades hubo 470.114 fallecidos y 419.848 nacidos, una diferencia mucho menor que la de los dos últimos años.
Sin embargo, la mortalidad española es ejemplar, por baja: de las 311 regiones existentes en la UE, la esperanza más alta esperanza de vida la tiene una española, Madrid; la tercera es la Rioja; la número 8 es Navarra. El País Vasco es la 15, Cataluña la 16, Aragón la 22 y Castilla-La Mancha la 26.
Respecto a la mortalidad infantil (muertos antes de cumplir un año respecto a los nacimientos de esa generación) sólo la tienen más baja Finlandia, Suecia y Noruega. España está por delante de Dinamarca, Austria, Alemania, Francia, etc.
