Las prospectivas a largo plazo fallan más que una escopeta de feria y a las que se hacen a corto plazo les suele pasar lo que ya anunció Galbraith: “sólo sirven para prestigiar a las echadoras de cartas”. Aun así, no dejan de ser un juego divertido. Las últimas que he leído se deben a Robert Kaplan (“El mapa de Europa y la venganza de la geografía”) y comienzan más o menos así: En 2050, Europa habrá perdido el 24% de su población en edad de trabajar y la población mayor de sesenta años aumentará en un 47 %. Tal fenómeno será compensado, en parte, con la inmigración de jóvenes del Tercer Mundo.
En 1913 Europa tenía más población que China y tras la primera guerra mundial las poblaciones combinadas de Europa, Estados Unidos y Canadá representaban el 33% de la población mundial. En 2050 sólo representarán el 12%. Europa está, sin duda, destinada a quedar demográficamente disminuida en favor de Asia y África. Todo lo cual no deja de ser una obviedad.
Veamos ahora cuál será el futuro del Mediterráneo:
»El mapa de Europa está a punto de moverse hacia el sur, y una vez más abarcará todo el mundo mediterráneo. Durante décadas, debido a los regímenes autocráticos que ahogaban su desarrollo económico y social, el Norte de África quedó aislado del borde norte del Mediterráneo. Pero a medida que los Estados africanos del Norte se conviertan en democracias, el grado de interacciones políticas y económicas con la cercana Europa se multiplicarán. El Mediterráneo se convertirá en un conector y no en el divisor que ha sido durante la mayor parte de la era poscolonial.
Y uno se pregunta cuántas hipótesis cruzadas (de tipo religioso, económico, sociológico… climatológico) ha manejado Kaplan para llegar a tan “seguras” previsiones.
En su “prospectiva”, Kaplan cita a Brzezinski como si éste fuera un oráculo:
»A través de Polonia, la influencia alemana podría irradiar hacia el norte -en los países bálticos- y hacia el este -en Ucrania y Bielorrusia”.
Se ve que nuestros gurús no han contado con Putin a la hora de elaborar sus previsiones.