¿Qué hacer hoy?*

Hoy, domingo 28 de abril, unos 25 millones de españoles iremos a votar, y no podremos quejarnos de no tener opciones pues, roto el bipartidismo, podremos escoger en el centro derecha nada menos que entre tres partidos. Y en el centro izquierda entre más de dos opciones. La aparición de nuevos partidos en los últimos años nos hubiera hecho sentir más desahogados: ya no nos vemos abocados a un Gobierno del PSOE o del PP y podremos elegir entre más opciones. Pero ese pensamiento tan optimista encierra un gran engaño, pues lo primero que produce la mayor oferta es una gran dispersión política y con ello se dificulta la gobernabilidad y la escasa gobernabilidad sólo beneficia a quienes quieren acabar con la Constitución y que no son otros que los separatistas catalanes y vascos y la izquierda ciega y populista.

Las opciones de abstenerse o depositar una papeleta en blanco son pobres alternativas, pues nadie computa eso y al final otros deciden por uno. Inhibirse en política es, a mi juicio, una mala opción.

Mas, lo peor de la actual dispersión política, lo que verdaderamente hace dudar a quién votar, es no saber con quién pactará el partido al que hemos decidido apoyar. No es sólo que anuncien alianzas con quienes más los perjudican ante su electorado. Por ejemplo, el PSOE abraza a Podemos (un partido cuyo fin es laminar las instituciones, desde la Constitución hasta la democracia representativa, la única digna del nombre) y tampoco se zafa Sánchez de los secesionistas totalitarios ni de los herederos políticos de ETA.

Y como le estoy aconsejando votar, también le aconsejo que no lea usted los nombres que van en la lista que haya elegido, pues se puede llevar alguna desagradable sorpresa y, además, cualquiera que sea la lista elegida, la va a ver usted llena de gente que no ha trabajado nunca fuera del partido.

En el caso del PSOE de Sánchez, el criterio para hacer las listas electorales ha sido muy claro: o apoyaste a Sánchez en las primarias que le ganó a Díaz o te quedas fuera. Un caso de limpieza étnica mayor que la de los Balcanes. A esa “limpieza” hay que añadir la edad, pues los “viejos socialistas son de otra época y no están en condiciones de entender lo que ocurre en la actualidad” (Sánchez dixit). Puro sectarismo.

Pero no es sólo en las listas de Sánchez donde se va a llevar usted un disgusto. Así que lo dicho: no indague demasiado sobre el mérito y la capacidad de los miembros y “miembras” de las listas.

*publicado en La Gaceta de Salamanca

Deja un comentario