SOSTENIBLE

chiquitos-molinos.JPGEl viernes, 27 de noviembre, se anunció que el Gobierno había aprobado el proyecto de “Ley de economía sostenible”. El sábado, domingo, lunes y martes vimos y oímos a la Vicepresidenta Segunda, Elena Salgado, predicar la buena nueva por tierra, mar y aire… y el miércoles el Presidente del Gobierno hizo la presentación de la Ley en el Congreso de los Diputados, con un discurso que fue recibido con una fría unanimidad –en contra- de todos los grupos de la oposición. En verdad, que el Proyecto (desvelado ese día) es una tormenta de buenas intenciones –de las que dicen está empedrado el infierno- sobre un desierto en el que hay muy poca “chicha” cuantificable, pero es que la fe de este Gobierno en el poder taumatúrgico de las leyes no parece tener límites, aunque en esto –hay que reconocerlo- sigue una vieja tradición liberal, la de los constituyentes de Cádiz, que en el artículo 6 de la Constitución de 1812, llamada “La Pepa”, no tuvieron empacho en escribir que entre las “principales obligaciones de todos los españoles” está “el ser justos y benéficos”.
Pero lo más llamativo del asunto es que el jueves 3, prácticamente, ningún medio habló del contenido del Proyecto de Ley presentado por ZP sino de una hipotética reforma laboral a introducir, tras el consenso social, en esa Ley, la Sostenible, que no se piensa aprobar antes de julio de 2010. También el mismo jueves se hacían eco algunos diarios de otro McGuffin gubernamental (así llamaba Alfred Hitchcock a las falsas pistas que él mismo introducía en sus películas). Me refiero a la retirada de los crucifijos de las aulas… Ya lo decía Unamuno: “que hablen de mí, aunque sea mal”. En efecto, todo es bueno para salir en la foto, incluso la gripe.
En resumen, que esta Ley, tan anunciada, está destinada a convertirse en un manto como el que tejía y destejía Penélope para darle el esquinazo a sus acosadores… y todo con la colaboración, a menudo involuntaria, de muchos periodistas que consideran que su oficio no es dar noticias, sino adelantar acontecimientos.

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