Don Juan, yo la amaba, sí;
mas con lo que habéis osado,
imposible la hais dejado
para vos y para mí.
No es Don Luis Mejía quien le reprocha a Don Juan Tenorio el que éste se haya “beneficiado” a Doña Ana sino que son palabras que bien podría dirigir cualquier miembro de CiU al Sr. Artur Mas.
Imaginemos un alumno que creyendo haber hecho un buen examen se dirige al profesor, no para que le apruebe, sino para que le suba la nota. Revisada en su presencia la prueba, el profesor encuentra más fallos de los que había detectado en una primera lectura y le suspende.
¿Qué pensaríamos de ese alumno? Pues que es un imbécil. Un imbécil que, como casi todos los necios, se hace daño a sí mismo y hace perder el tiempo y la paciencia a los demás. Ése es el caso. Artur Mas es un tonto solemne.
Y no es la única buena noticia que han deparado estas elecciones catalanas: han puesto en evidencia que los votantes suelen preferir el original a la copia… y si uno predica la bondad del separatismo, no se extrañe después de que sus votantes se inclinen por ERC hasta hacerle doblar los escaños. Y si uno anda jugueteando con el nacionalismo, como lo ha hecho el PSC, no se debe extrañar que sus votos no nacionalistas se vayan a otro lado.
De todos los genios que pergeñaron esa monstruosidad jurídica y política que se llamó nuevo Estatuto de Cataluña (Maragall, Zapatero, Montilla…) Mas era el único que quedaba aún vivo. Acaba de fallecer de un empacho de separatismo. Que descanse en paz.
No sólo ha perdido doce diputados, también se ha metido en un lío parlamentario que amenaza muy seriamente la gobernabilidad de la Generalidad. Él aún no lo sabe, pero ya es un cadáver ambulante… y con él –si es que CiU quiere sobrevivir- deberá ir al panteón funerario toda “la familia” Pujol (en el sentido que le daba a la palabra “familia” D. Alfredo Capone). Yo creo que a estas alturas ya han robado bastante como para tomarse unas largas vacaciones en Acapulco (allí tienen “negoci”) y pedir asilo político en México. A lo mejor se lo dan.