Hoy se habla de visibilidad queriendo señalar la frecuencia con la que aparece en los medios (incluidas las redes sociales) un determinado asunto. En este sentido, la visibilidad de Cataluña ha resultado apabullante durante los últimos tiempos. Lo que hoy se llama visibilidad se llamaba no hace tanto “agenda mediática”.
También las feministas reclaman (y obtienen) mayor visibilidad para sus problemas o reivindicaciones, que van desde la “violencia de género” a la “brecha salarial”.
Ocurre, sin embargo, que al cargar la mano ideológica sobre cualquier asunto (femenino o no) se suele ir a pique la objetividad y si alguien quiere hacer “visible” cualquier análisis objetivo sobre, por ejemplo, esos problemas femeninos, corre el riesgo cierto de ser lapidado, tachado de negacionista o, con más frecuencia, de machista. Se habla, por ejemplo, de que España sufre la “lacra de la violencia machista” cuando lacra es –según el DRAE- el “vicio físico o moral que marca a la persona que lo tiene”. Por lo tanto, “lacra” no puede aplicarse nunca a una sociedad entera.
Correré esos riesgos y comenzaré afirmando que la tasa de “feminicidios” en España fue en el año 2016 de 5,2 por millón de habitantes, mientras que en la UE fue más del doble, concretamente de 11,7 (en EE.UU. 39,6). El periodista Manuel Llamas, aparte de los datos aquí reproducidos, nos ha recordado que una encuesta de la UE referida al año 2012 decía que un 20% (lo que no es poco) de las españolas mayores de 15 años declaró haber sufrido alguna vez ataques físicos (incluyendo agarrones o empujones) o sexuales (el 6% dentro de ese 20%). Un veinte por ciento que está muy por debajo de la media en la UE (33%). Por otro lado, el 11% de las españolas tienen miedo a ser agredidas, mientras que en la UE esa proporción sube al 21%, casi el doble.
Cuando se habla, por otra parte, de la brecha salarial entre mujeres y varones se suele cuantificar comparando los salarios medios de unas y otros y quien lo hace se queda tan ancho. La verdad es que las medias aritméticas así en bruto no sirven nunca para comparar. Es como si calculáramos las tasas brutas de mortalidad de Marruecos y de España y al ser mayor la de España concluyéramos que la mortalidad es mayor aquí que en Marruecos, sin tener en cuenta que la población española es mucho más vieja que la de Marruecos.
Una aclaración innecesaria: no niego que exista esa brecha salarial. Digo que no se debe medir así.